Hay veces en las que uno se conoce mejor a través de otras personas que mirándose al espejo, y hay otras veces que esas personas hacen que destruyas tu propio reflejo porque te molesta verte tal y como eres.
Sabes que no es sano, sabes que no deberías y, sin embargo, sigues dejándote atraer hacia el sufrimiento como son atraídas las polillas a la luz. ¿Cómo uno se desengancha de eso? ¿Existe un Proyecto Hombre para los adictos a los problemas sentimentales? ¿Es ese comportamiento acaso síntoma de estupidez? ¿Sólo un clavo saca otro clavo? A veces ni Black&Decker tiene la solución.
14/8/10
4/8/10
Inauguración.
Recuerdo cuando todavía era una niña inocente que se había creído a pies juntillas todo lo que Disney le había aleccionado sobre las relaciones personales, el sexo y el amor; cuando lo único que importaba era ser moralmente digna con la esperanza de que algún día llegara esa persona que quisiera amarla hasta el fin de sus días; cuando las escenas íntimas en televisión le hacían ruborizarse y tartamudear; cuando era embarazoso que se notara que gustaba de un chico de clase; cuando renegaba de su parte latente de mujer apasionada...
De repente, abrí los ojos y tiré todas las cintas VHS y los tabúes. Ya no me ruborizo, ahora grito de placer.
¡Qué lejos ha quedado todo aquello! (y cuan feliz soy)
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